Logros

LOGROS

No podemos aún desplegar pergaminos de objetivos culminados. No hay logros sin una lucha diaria para eliminar el trabajo esclavo, la exclusión, la inseguridad y la falta de oportunidades, estamos inmersos en las generales de un país. No puede haber felicidad en un entorno donde todavía hay mucho trabajo por hacer, frase que hemos tomado como propia y que pertenece sabiamente a toda la industria textil, de la que somos, sin duda, un eslabón más.

Metiéndonos íntimamente dentro de la industria de la confección que atendemos podemos asegurar que en la Argentina surgen constantemente importantes diseñadores, agentes que dan vida al arte de la moda, como así también escuelas y facultades que se han acoplado aportando conocimientos extraordinarios y categorizando aún más a una industria increíblemente olvidada hace apenas unos años. Estos factores, más el aporte de empresas que posibilitan la producción de esos diseños y una mano de obra extraordinaria (que debemos cuidar deferentemente), hacen la diferencia a nuestro favor. Y como decimos siempre, las prendas se producen en serie, pero cuando compramos esa misma prenda en cualquier negocio se convierte en “única e irremplazable”. Y eso, como un buen perfume, es el encanto de una prenda de vestir.

El funcionamiento de las industrias ligadas a estos sectores (de la indumentaria) tiene una íntima relación con los dictados de la moda internacional y a la vez una fiel interpretación creativa de un diseño enteramente nacional, presentes en las mejores vidrieras de buena parte del mundo.

EL SECTOR EN CIFRAS

Nuestro sector provee con recursos propios toda la maquinaria, partes, accesorios e insumos que no se fabrican en el país. Toda esta inversión tiene como único objetivo proveer en tiempo y forma productos que al tallerista le sería obviamente imposible obtener en forma directa con el fabricante. El desconocimiento, el costo de traslados individuales o de bajo volumen, los trámites burocráticos etc. nos obligan a ser el nexo imprescindible para esta función.

La inversión en bienes de capital de los últimos 9 años, en paralelo con el crecimiento de la actividad, estaría en el orden de los 30/35 millones de dólares anuales. Una cifra por demás interesante para la creación de casi 200.000 puestos de trabajo (solo en indumentaria), esto es menos de 1500 dólares por puesto creado. Puestos que, sumados a toda la cadena textil, son sumamente importantes. Y mucho más desde la óptica del tipo de producción nacional de miniempresas, con producción apuntada a la ocupación de mano de obra en los estratos sociales más bajos y desprotegidos.

ESTADÍSTICAS

El mercado de la Confección requiere una variedad de modelos, tipos y clases de Máquinas que constituyen la base misma de la industria.

Asì por ejemplo no es posible utilizar un mismo tipo de máquina incluso para productos similares. Se utilizan distintas para producir un jeans o un pantalón de vestir, un suéter de tejido de punto o un buzo, un slip o un boxer. Y cada producto utiliza entr 7 a más de diez modelos diferentes.

Si tenemos en cuenta la variedad de prendas que abarca el ramo de la confección, indumentaria,, marroquinería, calzado (producción y reparación), tapicería, blanquerías de uso hogareño (cortinas, sábanas, mantelería, etc., nos daremos cuenta que son necesarias al menos contar con unos 150 tipos distintos de máquinas, esto solo si hablamos de una sola marca. Por eso no es común que la oferta de estas máquinas provenga casi exclusivamente de un solo país.

Cada una de estas máquinas que ingresan en el país, es fuente de creación de al menos un puesto de trabajo. El costo promedio de estas unidades permite asegurar que la industria de la confección, es la fuente de creación de trabajo oficializado de más baja inversión.

Las estadísticas de ingreso de estas unidades son proporcionalmente acordes al PBI de esta industria. A mayor actividad de esta industria mayores necesidades de maquinarias, y afortunadamente sigue desde hace más de diez años este mismo derrotero, siendo las necesidades más urgentes las de mano de obra. Las unidades ingresadas permitieron proveer al país de los bienes necesarios para vestir y calzar a más de 40 millones de argentinos y actualmente exporta diseño a varios países del mundo.

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